miércoles, 19 de noviembre de 2008

TORRENTS-LLADÓ
















Conocí a Joaquín Torrens-Lladó en una de sus exposiciones en Madrid,  en la galeria "Heller". Aunque nacido en Badalona, desde el início de su carrera atistica se trasladaria a Palma de Mallorca, una ciudad que a la postre sería sede de su "Escuela Libre del Mediterráneo", de su casa y de su estudio, por el que desfilarian ilustres personajes de la politica, de la alta sociedad, del cine, etc, para ser inmortalizados a través del arte retratistico de Torrents-Lladó.





Su imnata capacidad técnica, un talento rebosante, una constante ilusión por el trabajo y su rebeldía a seguir los postulados y modas imperantes en el arte, condujeron a Torrents a crear su propia escuela en el viejo barrio de Palma, concretamente en la calle Portella, para desde allí impartir sus criterios técnicos y conceptuales, y que nada tenian que ver con aquellos otros imperantes en las escuelas de Bellas Artes. Sus amplios conocimientos y dominio sobre técnicas tan diversas y dispares como el óleo, la acuarela y el pastel le granjearon grandes admiradores, tanto por parte de alumnos como de amantes a la pintura.





Uno de sus maestros, el pintor y escenógrafo Mestres Cabanes fué decisivo tanto en el conocimiento pictórico como en su posterior inclinación hacia las Artes Escénicas, donde Torrents trabajó en la realización de decorados. Esto le serviría, a la hora de componer sus famosos retratos, en la manera de iluminar, las poses, las puestas en escena. Mucho se ha dicho de su arte en el retrato, incluso alguien, un conocido escritor le llegó a comparar con Velázquez y Reynolds. Y es que sus retratos estaban acicalados de tonos tostados, grises y sobre todo de una amplísima gama tonal de negros, de texturas y sutiles veladuras que le acercaban al grán siglo pictórico por excelencia, que fuera el diecisiete. Todo lo contrario que sus paisajes, resueltos en la frescura de un particular y elegante impresionismo, pletóricos de luces febríles, de azules verdosos y de una soltura chispeante, dejando la huella y textura de sus pinceles como lenguaje contundente y preciso.





Torrents-Lladó murió con tán sólo 47 años, en pleno fulgor de un éxito internacional, y cuyas últimas incursiones expositivas fueron en Japón, pais que se rendiría ante la maestria de su obra.

2 comentarios:

SYNGULARYS dijo...

Coincido plenamente co tu articulo sobre el maestro Torrens Lladó, que sin lugar a duda tiene un hueco en la historia de la pintura española.
Saludos

GiovanniTortosa dijo...

Hola IGNACIO; evidentemente el maestro Torrents supo rescatar aquellas esencias de los barrocos, para hacer una obra muy personal pero con ecos del pasado. También considero que es uno de los pintores que hizo auténtica "pintura-pintura"...Me gustaría saber que respuesta tendrían hoy en dia sus obras....Saludos